IV Edición: Recursos energéticos & mineros

Femina Vis: Queremos mujeres, fuerza femenina

El Latín nos regala este juego de palabras. En una sola frase “Femina Vis”, podemos referirnos a la fuerza al mismo tiempo a las ganas que tenemos de contar con ellas.

Un 77% de las empresas informan que carecen de liderazgo de cualquier tipo en algunas líneas de negocio. No hay vacantes. Suelen tener los puestos cubiertos y con poca rotación, sin embargo, la productividad en esos sitios donde se echa en falta el liderazgo, suele ser mediocre, incluso decadente.

A esas empresas, a esas áreas son a las que más les haría falta la incorporación de mujeres, en el liderazgo o en mandos medios, pero con capacidad de tomar las riendas y marcar el Norte a sus equipos, incluyendo a los directivos.

Si pensamos que sólo el 10% de la población son líderes naturales, dejamos, cada vez que las corporaciones vetan a una mujer por su género -no por sus capacidades-, al escaso cinco por ciento de líderes femeninas sin ser tomado en cuenta.

Además de ser justa, equilibrada e indudablemente natural, la toma de decisiones femenina suele aportar un punto de vista más humanitario, empático y preparado para el cambio, esto también apoyado por las estadísticas.

Entonces, ¿cuáles son las razones por la que sigue desequilibrándose la cantidad de damas y caballeros?

Hay al menos tres causas:

Las organizaciones se excusan demasiado en sus “tradiciones” y prefieren no intervenir en materia de diversidad, en vez de modernizar estamentos o pensar fuera de la caja. Definitivamente el fomento de las mujeres en puestos de liderazgo no es actualmente -y tal vez hasta dentro de unas cuántas generaciones no será- una prioridad empresarial en serio.

Muchas instituciones no están completamente convencidas de los beneficios que aporta la equiparidad de género en el liderazgo, aunque exista una abundante evidencia de la correlación entre la equidad de género y los mayores niveles de éxito financiero y ventajas competitivas.

Los hombres, que ocupan la gran mayoría de los puestos de liderazgo ejecutivo en todo el mundo, tienden a subestimar la magnitud del prejuicio de género en sus lugares de trabajo. Deberían ser ellos los aliados de la igualdad de género en sus organizaciones y expresarse al respecto.  

Si nos centramos en aquellas empresas que sí han abierto la mente y llevan la delantera en este tema, han demostrado que el índice de abandonos y conflictos laborales, disminuye entre el 7 y el 11%. Si tomamos como ejemplo la gestión de las mujeres, la rentabilidad de las organizaciones donde están involucradas en la toma de decisiones, las damas están al frente de 22% de plusvalía en promedio, por encima de aquellas denominadas “tradicionales”.

Donde más se concentran y más se valora la aportación femenina, es en las empresas multinacionales, donde un 74,2% lideran las funciones de Recursos Humanos, muy por encima de cualquier otro colectivo y en donde el rol masculino recibe cucharadas de su propia medicina.

Le siguen servicios Médicos y de Salud, con un 72,3%, Relaciones Públicas con un 70,9%, Servicios Comunitarios un 70,5%, Educación con 65,1%, Publicidad un 56,5%, Servicios Financieros el 52,5% y Hostelería y Turismo bordeando el 50% El liderazgo, entonces, si clama por la presencia femenina, y nosotros los empresarios, también: ¡Femina Vis!