Debemos proponer e impulsar acciones que marquen un antes y después
Desde muy joven, Elizabeth Mena asumió que no importa el espacio donde se encuentre, su deber es generar cambios para un mundo mejor y servir como catalizador de oportunidades de crecimiento para más mujeres y jóvenes con una visión de un mundo inclusivo, tolerante y sostenible.
“Pero creo que mi talento y del cual hago uso constantemente es el de ser una mujer resiliente, una mujer que sin importar cual sea la circunstancia en la que la vida me lleve soy capaz de adaptarme a las adversidades y ser el mejor ser humano posible”, señala la también vicepresidenta de la Corporación Minera Dominicana (Cormidom).
Afirma que cualquier persona puede sobresalir y para ello lo primero es la preparación; segundo, la dedicación y responsabilidad; y tercero, la determinación y coherencia. Además, considera que las oportunidades se presentan sin importa el género. “Con esto no quiero decir que las mujeres no sean discriminadas por el género. Aún nos queda mucho camino por recorrer. Vemos que las mujeres son mayoría en las universidades, pero sin embargo minoría en los puestos de mando donde las mismas ocupan cargos más operativos que directivos. El mundo es cambiante y por eso es tan importante que la mujer no desmaye en la búsqueda de sus objetivos. Gran parte de lo que hemos logrado es gracias a la resiliencia y arduo trabajo que hemos entregado. Es un compromiso que pasará generación tras generación y cada una de estas cambiará esquemas y disminuirá esta brecha”.