Compromiso irrestricto con la transparencia
Egresada de Derecho, Magna Cum Laude, de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, con postgrado en Relaciones Internacionales en la Escuela Diplomática de España y Maestría en Marketing en BARNA Business School, Vilma Arbaje cuenta con más de 30 años construyendo institucionalidad, alternando entre el sector público y el sector privado, como funcionaria y/o consultora.
Su amplio ejercicio en las áreas de Derecho del Comercio Internacional, en temas regulatorios (Política de Competencia, Telecomunicaciones y Defensa Comercial), así como en Relaciones y Cooperación Internacionales, bilateral y multilateral, la han llevado a ocupar hoy el viceministerio de Comercio Exterior, donde ha llevado adelante varios proyectos entre los que destaca el portal DATACOMEX, primer panel interactivo de estadísticas de comercio exterior del país y del Caribe, creado para ofrecer data consolidada sobre tendencias comerciales y para definir estrategias de acceso a mercados, y la coordinación del Tratado de Libre Comercio entre la República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos de América (DR-CAFTA).
Tras su amplia e impecable trayectoria, Vilma reconoce que su gran pasión y el motor de su vida es la institucionalidad y su compromiso irrestricto con la transparencia: “fomentar el respeto a las normas y valores que regulan nuestro quehacer diario donde quiera que estemos ejerciendo una función”.
Señala que hablar de liderazgo femenino es referirse a la participación de la mujer en posición de autoridad, la toma de decisiones e implementación de políticas y estrategias de alto nivel. En este sentido, la viceministra de Comercio Exterior, refiere como características propias de las mujeres que, en su mayoría, poseen un alto índice de inteligencia emocional y la capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios, fomentar el trabajo en equipo sin dejar de ser competitivas, son exigentes con los detalles y poseen una fuerza interior que las hace resilientes por naturaleza.
“Sin duda, estando en lugares de gerencia en la administración pública y en cualquier otro ámbito de la sociedad, las mujeres proyectan estas cualidades en el desempeño de sus funciones, en los resultados entregados, su servicio a la sociedad civil y los logros de su gestión”, afirma.
Como mujer y servidora pública, se ha comprometido a enseñar con el ejemplo. “Al término de mi paso por la administración pública, espero dejar un legado de conciencia y vocación de servicio. Sembrar en las futuras generaciones un sentido de compromiso y lealtad institucional para que, sin importar el escenario en que se encuentren, procuren siempre dar lo mejor de sí mismos”, concluye.