Las inversiones en energía renovable en Estados Unidos han alcanzado niveles sin precedentes, impulsadas por la creciente preocupación por el cambio climático y las políticas gubernamentales favorables.

En 2023, se invirtieron más de 100.000 millones de dólares en energía solar, eólica e hidráulica, lo que representa un aumento del 20% con respecto al año anterior.

Sin embargo, a pesar de este progreso, todavía queda un largo camino por recorrer para que Estados Unidos alcance sus objetivos climáticos.

Un informe conjunto elaborado por investigadores de la Universidad de Princeton, el Instituto Tecnológico de Massachusetts, Rhodium Group y la organización sin fines de lucro Energy Innovation analizó los progresos de Estados Unidos en la realización de las inversiones necesarias para lograr una reducción del 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, un objetivo esbozado en la emblemática ley sobre cambio climático de 2022 del Presidente Joe Biden, la Ley de Reducción de la Inflación (IRA).

Los resultados fueron dispares

Según el informe, las grandes instalaciones de energía limpia para empresas de servicios públicos se están viendo obstaculizadas por retrasos en la concesión de permisos y en la interconexión a la red, así como por dificultades para conseguir equipos, mientras que las ventas de vehículos eléctricos están cumpliendo las previsiones de los investigadores.

La IRA ofrece generosos créditos fiscales para los vehículos eléctricos y las tecnologías de energía limpia, como los parques eólicos y solares.

Según el informe, los vehículos de cero emisiones representaron el 9,2% de las ventas de vehículos ligeros el año pasado, el porcentaje más alto de una horquilla prevista entre el 8,1% y el 9,4%.

Según los grupos, es probable que el crecimiento de las ventas de vehículos eléctricos este año sea inferior al aumento del 50% del año pasado, pero se mantendrá en la senda de alcanzar los objetivos climáticos de EE.UU. si se mantiene entre el 30% y el 40%.

La generación de electricidad sin emisiones y el almacenamiento se dispararon un 32% el año pasado, hasta 32,3 gigavatios, pero se quedaron por detrás de los modelos de los grupos de investigación, que exigen adiciones anuales de 46 a 79 GW.

De acuerdo con el informe, EE.UU. debe añadir entre 60 y 127 GW de capacidad este año para mantenerse en la senda prevista, y añade que es probable que las instalaciones no alcancen esa cifra.

Más allá de 2024, las instalaciones de energías limpias deberían aumentar aún más, hasta situarse entre 70 y 126 GW anuales.