La legislación destinada a garantizar que la enorme cantidad de granjas solares que están surgiendo en las zonas rurales de Georgia no se conviertan en monstruosidades permanentes fue aprobada por la Cámara de Representantes del estado el lunes.

El Proyecto de Ley 300 de la Cámara de Representantes, que fue aprobado por unanimidad, exige que las empresas que arriendan propiedades para granjas solares restauren la tierra a su estado natural una vez que expire el contrato de arrendamiento.

Las actividades de restauración incluyen retirar los cimientos de los paneles solares del suelo hasta una profundidad de al menos tres pies, rellenar los agujeros que se han cavado para acomodar los paneles solares y retirar cables y líneas aéreas de energía y comunicaciones.

El proyecto de ley también exige que las empresas proporcionen una garantía financiera al menos igual al costo estimado de retirar los paneles solares y devolver la propiedad a su estado natural.

La versión original de la medida pedía la creación de un fondo fiduciario estatal para financiar la restauración de tierras utilizadas para granjas solares. Sin embargo, los partidarios del proyecto de ley decidieron que no era necesario un fondo fiduciario y que el dinero para pagar las actividades de restauración podría provenir del sector privado.

El Proyecto de Ley 300 de la Cámara pasa ahora al Senado de Georgia.