Campanillas de invierno de Georgia - El comercio con las flores silvestres del Cáucaso

Esta república caucásica exporta anualmente 22 millones de bulbos a Países Bajos, de los que 15 millones corresponden a flores silvestres. Mamuli Surmanidze es uno de los tres comerciantes con licencia que hay en todo el país, que gracias a la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres tienen permiso para exportar especies vegetales protegidas. El mayorista neerlandés John Boot es uno de sus compradores. Su empresa, C.S. Weijers, vende las cotizadas campanillas de invierno a centros de jardinería de toda Europa. Este mercado supone un negocio multimillonario. La demanda de estas flores es mayor que su producción en los viveros europeos, de ahí que también se comercialicen ejemplares silvestres. Los amantes de las campanillas de invierno coleccionan variedades exclusivas. Como la neerlandesa Loes de Groot, de Haarlem, quien invierte hasta 2000 € al año en su afición. Maka Dolidze, recolectora y madre soltera, apenas recibe una pequeña parte de esta suma por el duro trabajo que desempeña en las montañas de Georgia. El margen de beneficios en este negocio es enorme, aunque las ganancias de las recolectoras son exiguas. El reportaje investiga el largo camino de las campanillas de invierno desde el Cáucaso a Europa y el comercio con flores silvestres protegidas.

Fuente

DW