Coaching: ¿Moda? ¿Tendencia? o ¿Metodología?

Muchas son las modas que nos influencian a diario. Y el ámbito laboral, con su búsqueda permanente y necesaria de nuevas tendencias, no escapa a ellas. Una de esas tendencias que ciertamente está de “moda” en el mundo organizacional y de las empresas es el “coaching”. Todo el mundo habla de él, y su presencia tanto en medios masivos de comunicación como en eventos y congresos empresariales, es notable. Sin embargo, todavía persiste una gran confusión acerca de lo que realmente es y no es el coaching. Aprovechemos entonces este espacio para ayudar a aclarar las principales dudas sobre esta herramienta tan valiosa para el provecho de los equipos de trabajo en nuestras instituciones.

Comencemos diciendo que NO ES COACHING. El coaching no es psicoterapia. En primer lugar, para hacer psicoterapia requerimos de una formación profesional universitaria, que está circunscrita a los psicólogos y psiquiatras. Desde el coaching no se trabajan patologías, problemas emocionales, fobias o adicciones. En coaching trabajamos con personas psicológicamente normales, que poseen los recursos necesarios para hacerse cargo de una situación particular, pero que no lo han logrado porque no se han dado cuenta cómo hacerlo.

El coaching tampoco es consultoría. El consultor es un experto en un área determinada, que realiza análisis específicos para dar respuestas que necesita la organización para resolver un problema, y aconseja basado en su experiencia personal y profesional.

El coaching no son cursos de auto ayuda personal. El coaching requiere del acompañamiento de un coach para que logremos nuestras metas personales y laborales.

Una vez que hemos aclarado qué no es, veamos ahora que SÍ ES COACHING. Se trata de una metodología novedosa y científica de trabajo que tiene como finalidad lograr el máximo desarrollo personal y profesional de las personas, a través de un proceso de aprendizaje que promueve y genera cambios conductuales, emocionales y de actitud, los cuales le permitirán mejorar sus niveles de rendimiento y desempeño.

Cuando hacemos “coaching”, necesitamos de un “coach”. Éste es el profesional que acompaña al cliente y que utilizando una metodología definida y ampliamente probada, la cual incluye conceptos, estructura y procesos específicos, contribuye a que ese otro –la persona- logre llegar a sus propias conclusiones y soluciones. Es el coach quien a través de preguntas y acompañamiento despierta el proceso de “darse cuenta” en su cliente, lo cual le permite a éste último obtener resultados diferentes. En otras palabras, el coaching es una herramienta de demostrada eficacia para ayudar a las personas a poner en acción todo su potencial, y como consecuencia mejorar sustancialmente sus niveles de rendimiento.

¿Para qué me serviría el coaching en mi empresa?

Ahora bien, teniendo claro lo que es el coaching y para qué sirve, vale preguntarnos por qué sería necesario y para qué sería útil un coach en mi organización. Lo primero que tenemos que recordar es que una organización es lo que sus personas son. Si asumimos que las personas que conforman una empresa son su mayor capital, entenderíamos que en la medida que ellas aprendan a escuchar, sepan abrir conversaciones efectivas, puedan darse cuenta de su potencial y modifiquen su conducta en la dirección deseada, esa misma organización tendrá mayores posibilidades de ser cada vez más efectiva y exitosa.

La primera tarea de un coach en la organización es detectar cuáles son las necesidades y objetivos que se quieren alcanzar, para diseñar a partir de allí una propuesta específica con la metodología y herramientas necesarias, e implementar así un programa de coaching diseñado sobre esta base. Un programa de coaching en la empresa puede llevarse a cabo, dependiendo de las necesidades, tanto a nivel individual como en equipos y por grupos.

¿Qué productos concretos podemos obtener al implementar un programa de coaching en mi organización?

  • Potenciar las competencias de liderazgo en los directivos.
  • Resolver problemas internos o externos a la empresa que estén afectando el rendimiento y la eficacia de los trabajadores
  • Aumentar la motivación de las personas.
  • Mejorar la calidad del trabajo.
  • Conseguir que las personas sean más empáticas y asertivas, mejorando así el clima laboral.
  • Mejorar la visión estratégica en la empresa.
  • Conseguir que las personas y los equipos estén alineados con los objetivos empresariales.
  • Lograr que las personas se adapten a los cambios de manera eficiente y eficaz.
  • Aumentar el compromiso y la identificación de los trabajadores con la empresa.
  • Mejorar la comunicación entre los trabajadores, basados en la escucha y en el desarrollo de conversaciones más efectivas.
  • Potenciar las habilidades y destrezas de los trabajadores
  • Generar confianza como una herramienta necesaria para el desarrollo de los objetivos de la organización.
  • Generar responsabilidad y compromiso en el cumplimiento de las promesas.

En síntesis, el coaching es una herramienta dirigida al capital humano de la organización, que demostrada y eficazmente contribuye a su desarrollo personal y profesional, lo cual necesariamente se revierte en la conformación de una empresa exitosa y productiva, más humana, más efectiva y mejor adaptada a los requerimientos y competitividad del mundo actual.

Coaching: ¿Moda? ¿Tendencia? o ¿Metodología?

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