Cuando el cambio toca la puerta, porque el cansancio de tu realidad no te deja vivir, debes estar preparado para aceptar que tienes que modificar la manera de hacer las cosas y volver a empezar muchas veces contra viento y madera. ¿Cómo hacerlo?... Sigue leyendo.

“No puedo seguir en esta rutina. Me siento estancada” ¿Seré capaz de atreverme a darle un cambio a mi vida? ¿Qué dirá mi familia? ¿Qué pensarán sobre mi los amigos, el entorno? ¿Tendré las condiciones para hacerlo? ¿Y si lo hago y me va mal? ¿Y cómo se empieza un nuevo negocio desde cero?

Esa era yo, hace solo 4 años. Durante un buen tiempo, viví presa del miedo y las dudas. Sentía que necesitaba hacer un cambio, que sabía que iba a impactarme no solo profesionalmente, también personal y emocionalmente. Había días en que me sentía capaz, luego venían meses en que me creía insuficiente, y así se me estaba escapando la vida. Y cada día era mayor mi vacío porque dentro de mi sabía que esa no era la vida que yo quería vivir.

Una mañana de diciembre, al levantarme de la cama, ya con mi taza de café en mano, decidí que había llegado el momento. Escribí una carta de renuncia a la empresa donde había trabajado los últimos 16 años y la envié. Cuando lo hice, la ansiedad volvió a presentarme de frente todas las preguntas.

Reuní a mi familia, les conté mi decisión…. y fue entonces cuando empezó un viaje que algunos conocen, con situaciones muy difíciles que trajo como desenlace una quiebra financiera, una crisis familiar, batallas constantes con el miedo, la necesidad de arriesgar, el trabajar el desapego, soltar el control y muchas vivencias más.

Y si hoy… cuatro años después me preguntaras: ¿Valió la pena? Mi respuesta sería un apasionado: SÍ No importa lo que pasó. Lo importante es cómo estoy hoy. Honro el camino atravesado, para haber obtenido el coraje de vivir la vida que yo quería para mi. Hoy disfruto de la libertad de crear momentos de valor para mi y para los que amo. Genero riqueza a través de un oficio que llena mi espíritu y me permite servir a otros. Viajo constantemente a expandir mi mensaje y conozco nuevas personas abiertas a su evolución, tengo la posibilidad de combinar con diversión y placer mi trabajo. Y cada mañana al levantarme, siento que honro mi propósito.

Hoy sé que es posible, pero lo mejor es que hoy sé que todos podemos, tú también puedes salir de esa ansiedad que te da el no saber por dónde empezar, mirar de frente el miedo que te frena…y a pesar de sentirlo, seguir. De reconocer con confianza, que “Lo mejor está por venir”.

La vida es buena, y si sigues el camino de aquellas actividades que te proporcionan paz y dicha interior, estarás transitando a tu destino, y ahí es donde se encuentra la abundancia, la libertad, el propósito y la trascendencia.

A ese camino quiero acompañarte, porque puedo identificarme con cada emoción que experimentas y que vivirás.

Por hoy, solo quiero decirte que es tiempo de dejar de hacerte esas preguntas y empezar a encaminarte a tomar la decisión del cambio.

Yo te compartiré herramientas que he adquirido a través de años estudios y de vivencias. Lo que me funcionó y los errores que cometí, qué enseñanzas dejaron en mi.

Ya para despedirme, hay una frase que me digo al abrir los ojos: “Mientras esté viva, VOY A VIVIR… no a medias, y sí por entero…Voy a contagiarte esa intención y que tu ejemplo sirva para inspirar a los que amas y a todos aquellos que se queden extasiados al comprobar tu decisión, valentía y excelentes resultados.

Voy a ser tu aliada para acompañarte a moverte desde donde estás hoy, hacia el estado en el que siempre has querido estar.

Tu gran momento se acerca. ¿Estás lista/o ?…Yo #Voypormás