La feminidad no es monolítica; es multifacética y se manifiesta de innumerables maneras, todas ellas valiosas.

 

Empatía, guía y transformación, son las tres palabras con las que Fazila Bhana, como líder, se describe.

 

‘‘Mi propósito es promover entornos laborales que valoren y respeten a cada individuo, reconociendo la diversidad, las habilidades y las necesidades. Mi objetivo es fomentar una cultura organizacional donde se promueva el crecimiento personal y profesional de los colaboradores, garantizando su bienestar y satisfacción en el trabajo’’, expresa la experta en gestión humana.

 

Desde su experiencia, como mujer, líder y de religión musulmana los desafíos que ha enfrentado se enmarcan en el tema de diversidad e inclusión. ‘‘Regularmente cuando nos referimos a diversidad, la vemos en el contexto de diversidad de género, etnia, orientación sexual, edad, habilidades, antecedentes socioeconómicos y culturales. Sin embargo, la diversidad de género, sumando la creencia religiosa, ha sido un desafío, ya que a menudo enfrenté estereotipos y prejuicios debido a mi identidad religiosa y cultural. Esto puede ser percibido erróneamente como pasiva, sumisa y/o no apta para roles de liderazgo’’.

 

Otro desafío para Fazila fue poder encontrar un equilibrio entre las expectativas culturales y religiosas -vs- las normas laborales. ‘‘Por ejemplo, enfrenté dificultades con líderes en algunas ocasiones, poco empáticos e interesados en conocer los detalles de mi religión musulmana, lo cual me hacía difícil poder cumplir con ciertas prácticas religiosas, como la oración diaria o el ayuno durante el mes de Ramadán, mientras cumplía con las demandas del trabajo’’.  

 

Fazila, actualmente se desempeña como Consultora Independiente, por lo que, de momento, no enfrenta estos retos en las organizaciones. ‘‘Sin embargo, procuro transmitir a mi hija, sobrinas y mujeres musulmanas, que no sientan verguenza o temor por la religión que practican.  Por el contrario, que informen los principios y prácticas de nuestra religión, que soliciten los espacios para poder cumplir con los rezos diarios y negocien horarios especiales durante el mes de Ramadan.  Les recalco no sentir pena por su religión y creencia, más aun que propicien espacios para conocer e intercambiar información de otras culturas, tradiciones, religiones y creencias, lo cual es parte de la diversidad e inclusión que debemos promover en las organizaciones’’.

 

Su mensaje para las nuevas generaciones de mujeres es:  ‘‘Eduquen sus mentes, nunca dejen de aprender y crecer. Defiendan sus derechos, como mujeres, merecen ser tratadas con igualdad y respeto en todas las áreas de sus vidas. Cultiven el equilibrio, encuentren un equilibrio saludable entre el trabajo, el estudio, el tiempo para ustedes mismas y sus relaciones personales. Celebren su feminidad, no hay una sola manera de ser una mujer exitosa. Celebren su feminidad en todas sus formas y expresiones. Apoyen a otras mujeres, recuerden que el éxito de una mujer no le quita oportunidades a otra. Sueñen en grande, no se limiten por lo que los demás piensen que pueden lograr.  Persigan sus sueños con pasión y determinación’’.