Hablar desde su verdad y su propia experiencia es característico de la actriz y directora Judith Rodríguez, para quien el arte ha sido una herramienta personal de sanación, de inspiración constante, de esperanza y fe, de denuncia, de expresión y de darle voz en la sociedad a los que muchas veces no la tienen.

“A través de lo que he ido creando en mi carrera artística he tenido la oportunidad de tocar, de alguna forma u otra, la vida de otras personas. La música, la actuación, escribir, dirigir, el teatro, el cine, han servido como motor para yo encontrarme a mí misma, y a la vez para yo conectar y empatizar con otros y otras, para dar amor e inspirar y ha sido un gran vínculo para mí y mi vida espiritual.”

Judith manifiesta que aún falta mucho por vencer para llegar a tener un cambio en la forma en que el sistema nos condiciona. “Ese cambio empieza en la mente de cada una y cada uno de nosotros, para luego poder exigir mejores políticas de protección para nuestro género.”

“Todavía falta desnormalizar la violencia, los prejuicios y el pensamiento machista que existe tanto en mujeres como en hombres y que logran, por lo general, mantenernos desunidas, con una baja autoestima, con expectativas muy bajas de lo grande que podríamos llegar a ser en la sociedad, bajo una filosofía social que aplaude la competencia en vez de motivar las alianzas y el crecimiento de todas y todos en igualdad de oportunidades.”