La doctora en Derecho, Circe Almánzar, desempeña el cargo de vicepresidenta ejecutiva de la Asociación de Industrias de la República Dominicana, AIRD, y en su rol como ser humano, mujer, madre, profesional, e hija, explica que su mayor pasión es la mejora continua.

Asegura que está plenamente convencida de que cada día puede tener, como suele decirse, una versión mejor de sí misma y de las cosas que hace.

Como clave de su día a día, relata que no se amilana por nada y siente un profundo amor por el aprendizaje constante: “es el valor que le da al error, a las equivocaciones, un valor de enseñanza”. Incluso, aprecia mucho a las personas que la desafían a hacerlo cada día mejor.

En ese sentido, es insistente que dentro de ese proceso de mejora continuo es muy importante tener claridad en los propósitos, actuar con claridad en los pensamientos, pero también con dedicación y corazón. Esto le ha permitido trabajar con miras a resultados, innovación y vivir con un gran sentido de satisfacción.

Invita a las mujeres a creer en sí mismas, en sus fortalezas, pero sobre todo a prepararse continuamente para mejorar y no pensar que ya se saben todo en la vida. Recomienda que todos los días se alimente el conocimiento. “Solo en la medida en que dominas lo que haces y sabes lo que haces, puedes sobresalir”.

“Es clave también que hagas del aprendizaje una norma de vida. Sin embargo, el saber algo, el dominar lo que sabes, no es suficiente si no se acompaña de trabajo, de esfuerzo, de dedicación. Una de mis grandes virtudes en la vida es trabajo como una hormiguita y que cuando todos creen que dominan un tema, busco más, veo otras perspectivas, indago y elaboro mis conclusiones”.

Respecto a las oportunidades de las mujeres en el ámbito profesional, manifiesta que hay brechas todavía. “Hay desafíos y estereotipos que no nos permiten lograr una posición más alta. Sin embargo, creo que el gran reto que debemos asumir las mujeres es romper nuestro techo de cristal, las limitaciones que nos imponemos nosotras mismas (y que no necesariamente vienen desde fuera)”, dijo.

Como protagonista de grandes aportes a importantes procesos de reforma de la República Dominicana, señala que muchas mujeres actúan con mentalidad de competencia ante los hombres. “Me muevo en muchos espacios donde los hombres son mayoría, con influencia y con poder, pero mi decisión no es buscar competir, sino buscar colaborar ante metas o propósitos comunes, con las fortalezas de cada uno y cada una, sabiendo que -entre todos- podemos tener un mundo, una sociedad cada vez mejor”.