IV Edición: Recursos energéticos & mineros

La pregunta que nunca debe faltar

Especialmente con la incidencia de la pandemia mundial que aún nos aqueja, existe una mayor consciencia de la importancia que tiene la salud mental y el bienestar personal, lo que sin dudas; llevará a la expansión de estos servicios dentro de diferentes espacios sociales.

A pesar de ello, de la demanda de profesionales en el área y consultores en bienestar y mindfulness, como lo es mi caso particular, creo conveniente que todos, independientemente de cada especialidad, deberíamos preguntar a quienes buscan ayuda cómo podemos brindarles una mano.

Todos los seres humanos somos diferentes, todos tenemos necesidades únicas, así que la diversidad de enfoques puede ayudar a hacerle frente a los complejos casos y escenarios individuales.

Las terapias psicológicas y psicoanalistas, el mindfulness, las prácticas de autocuidado y la vasta gama de intervenciones en pro de la salud psíquica son necesarias para guiar a las personas a autoconocerse. Sin embargo, todos sin excepción debemos iniciar nuestro acercamiento al otro con una simple pregunta: ¿cómo puedo brindarte apoyo?

Sin este cuestionamiento, jamás podremos manejar proactivamente la gran crisis de salud mental que está viviendo el mundo en estos instantes, y ponernos al servicio de los individuos o comunidades enteras que necesitan una ayuda.

Más allá de las herramientas de evaluación que cada profesión utilice y de las propias técnicas de diagnóstico, hay que atreverse a proponer nuevos esquemas para mejorar porque estamos en circunstancias que, al menos estas generaciones actuales, nunca habían vivido y por tanto; las necesidades han cambiado. Especialmente y aunque no nos dediquemos a este campo, hay que prestar más que nunca nuestros oídos para escuchar al otro sin juzgar.

“¿Cómo puedo brindarte apoyo?” es una invitación a cualquier persona, colegas, familiares, amigos, clientes; para que entiendan que no están solos, pero cada uno de nosotros también debe preguntarse conscientemente “¿qué apoyo necesito?”, “¿cómo puedo cuidarme mejor?”, “¿quién puede escuchar lo que yo necesito?”

Insisto: estamos viviendo tiempos excepcionales y por nuestro propio bien como la gran aldea global que somos, debemos comprometernos activamente en tomar las medidas pertinentes para evitar caer en un abismo en el que nos quebremos emocionalmente.

Permitámonos preguntar antes de acercarnos hacia aquellas personas que se sientan listas para trabajar en sí mismas, pero también; tengamos la fortaleza de reconocer nuestra vulnerabilidad e ir con quienes puedan brindarnos sostén.

Fuente

Ismael Cala